Álvaro Morata es un objetivo real. Lo es para el Real Madrid, que pagará la cláusula de recompra que firmó en su día, y también para el Arsenal, que busca a la desesperada un delantero de garantías tras la grave lesión que sufrió Danny Welbeck en el penúltimo partido de la temporada. Arsène Wenger no se fía de su compatriota Olivier Giroud y hace bien, porque el francés empezó muy fuerte marcando muchos goles, pero la segunda vuelta se le ha atragantado.
Titularidad garantizada
A sus 23 años, Morata se ha ganado el derecho a decidir. Podría quedarse en la Juventus, pero Massimiliano Allegri le ha dejado fuera en los partidos importantes y no creo que esté por la labor de continuar. Volver al Madrid le hará ilusión porque es el club en el que se formó, pero dudo que esté dispuesto a vivir a la sombra de Karim Benzema como le sucedió antes de hacer las maletas en verano de 2014.
Así las cosas, la opción de fichar por el Arsenal se presenta como la más atractiva de todas siempre y cuando le satisfagan las condiciones económicas. Por ahora solo se ha hablado de los números del hipotético traspaso, puesto que los ‘gunners’ han presentado una oferta de 28 millones de libras, unos 37 millones de euros. Es una cantidad superior a los 30 millones de euros que debe pagar el Madrid por recuperarlo.
El Madrid tiene la sartén por el mango
La Juventus no puede aceptar esa oferta, o como mínimo hacerla efectiva, porque el Madrid está a tiempo de ejercer la opción de recompra hasta el 30 de junio. Sin embargo, no será necesario esperar hasta esa fecha porque los blancos van a pagar los 30 kilos después de la final de la Champions League que disputarán este sábado, o al menos eso es lo que se está diciendo en la capital en estos momentos.