Daniel Sturridge podría dejar de ser jugador del Liverpool en enero. El internacional inglés ha dejado de ser una pieza imprescindible para Jürgen Klopp, que le ha dejado en el banquillo en cuatro de los ocho partidos de la Premier League a los que ha ido convocado.
No ha marcado ni un solo gol en esos encuentros, aunque sí lo ha hecho en la Copa de la Liga de Inglaterra, una competición menor en la que acumula cuatro dianas.
Dos ofertas que no seducen demasiado
Sturridge tiene 27 años y no quiere convertirse en un actor secundario de una plantilla que aspira a ganarlo todo. Quiere recuperar su jerarquía dentro del equipo, pero si no puede conseguirlo hará las maletas para probar suerte en otra parte.
Por ahora tiene dos ofertas sobre la mesa, o al menos eso es lo que aseguran en Inglaterra. Tanto el West Ham como el Stoke City están dispuestos a pagar 28 millones de libras por él, unos 32,5 millones de euros al tipo de cambio actual.
Klopp no quiere problemas
A Klopp no es un jugador que le desagrade, eso está claro. Rinde a un buen nivel siempre que está sobre el césped y no hay motivos para buscar un traspaso a menos que deje mucho dinero en las arcas del club. Lo que no le hace tanta gracia al técnico alemán es que sea un poco egoísta y no encaje bien sus suplencias. En ese sentido considera que Roberto Firmino y Divock Origi son más conformistas y miran más por el equipo, algo necesario para no enturbiar una buena dinámica de grupo.
Veremos qué es lo que pasa por la cabeza de Sturridge en los próximos días. Creo que para el Liverpool sería una gran pérdida teniendo en cuenta que para ganar una competición como la Premier estás obligado a tener un buen fondo de armario. Eso sí, su salario es de los más elevados de la plantilla y tenerle como suplente no es algo sostenible.