Arsène Wenger está viviendo una de sus peores temporadas desde que es entrenador del Arsenal. Aunque ganaron la Community Shield al arrancar el curso, se quedaron fuera de la Copa de la Liga de Inglaterra y también de la FA Cup, mientras que en la Champions League tienen un pie y medio fuera y en la Premier League viven en la tercera posición a 11 puntos del líder con un partido menos.
Cuenta con el apoyo del propietario
Los aficionados se han cansado del francés y exigen su destitución, pero el dueño del Arsenal no está por la labor. Stan Kroenke confía en el hombre que dirige al equipo desde 1996 y no está dispuesto a cortarle la cabeza deportivamente hablando pase lo que pase en las próximas semanas.
El desgaste se acumula
El que empieza a estar cansado de las críticas es el propio Wenger, que al parecer está meditando la posibilidad de abandonar el club cuando termine esta campaña. Después de dos décadas le costará dejarlo, pero creo que es lo mejor que puede hacer por el bien de una institución que debería ganar más títulos teniendo en cuenta lo que invierte en fichajes verano tras verano y lo que cobran sus jugadores.
Vitrinas con pocas copas
Ganar tres veces en veinte años la Premier League no es suficiente, sobre todo cuando no has sido capaz de ganar ni una sola vez la Champions League o la Europa League. Me parece que es el técnico con más suerte del mundo, algo que ya dejó caer José Mourinho en una entrevista en la que dijo que le costaba creer que continuara en el cargo ganando tan poco con una de las mejores plantillas de Europa.
No pudieron convencer a Guardiola
Pep Guardiola era el sustituto perfecto, pero el catalán se decantó por el Manchester City para estar al lado de Txiki Begiristain y Ferran Soriano. Además, los ‘gunners’ no podían ofrecerle tanto como los ‘citizens’, así que les tocará rastrear el mercado en busca de un nuevo entrenador que sea capaz de enderezar el rumbo de un club que se conforma con muy poco.
Alexis y Özil también podrían caer
Wenger será recordado toda la vida en el Emirates Stadium. Los aficionados le tienen mucho cariño, pero le invitan a abandonar el club. Están cansados de esperar y desean que se produzca una revolución que les lleve a ganar títulos. Una revolución que también se podría llevar por delante a Alexis Sánchez y Mesut Özil, dos futbolistas que están fritos por mejorar sus contratos mientras el equipo no hace más que encadenar decepciones.