Arsène Wenger, como no podía ser de otra forma, se rindió ante la magia de Leo Messi, un futbolista capaz de ganar partidos por sí solo. Lo más curioso del asunto fue la definición que dio, nunca antes escuchada en una rueda de prensa:
Messi es un jugador de PlayStation.
El técnico francés se mostró algo afectado por la eliminación del Arsenal en Champions, reconociendo que el Barça había sido muy superior porque «tienen al mejor jugador del mundo». Además, también lamentó algunos errores que hicieron que hoy salieran goleados del Camp Nou.
Pero sus elogios hacia Messi prosiguieron:
Messi es muy joven y puede conseguir grandes cosas. Aún tiene para seis o siete años más a gran nivel y puede marcar una época. Cosas imposibles las hace posibles. No conozco muchos jugadores capaces de marcar el cuarto gol como lo hizo él.
Seguro que mañana nos despertaremos viendo a Messi en todas las portadas de los diarios. Sobran los calificativos para describir al Dios del fútbol.
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