Nos vamos hasta Perú para hablar de una nueva historia de racismo que se ha producido en un campo de fútbol. En el estadio Garcilaso del Cusco, durante el partido que disputaron el Cienciano y el Alianza de Lima correspondiente al Apertura, los aficionados locales trataron como a monos a los jugadores que llegaron desde la capital.
Bailando como Melody
Eso enfureció a todos ellos durante el transcurso del partido, pero las quejas no fueron suficientes para que el árbitro parara el partido por unos minutos. Por eso Walter Ibáñez, central del Alianza, celebró el gol que marcó de penalti bailando como un mono.
Después de ver esto y lo de Dani Alves en El Madrigal, parece que los futbolistas están adoptando una nueva actitud para luchar contra el racismo. Las autoridades competentes no hacen lo suficiente y se ven obligados a probar cosas, porque lo de encararse con los energúmenos nunca lleva a ninguna parte.