Hay que ver lo bonita que está la Copa del Rey últimamente. Recuerdo cuando años atrás se decía que la competición había perdido todo el caché de antaño. Ahora, por suerte, vuelve a ser tenida en cuenta por todos los clubes que participan en ella, ya que no reservan a sus cracks y fijan las fechas en el calendario marcadas con rotulador de color rojo. El único cambio importante es que el portero titular suele ser el suplente de la Liga, pero por lo demás nada cambia.
Intensidad y concentración
El de ayer fue un partido bonito de principio a fin. Es verdad que el Atlético de Madrid y el Athletic de Bilbao salieron a defender y a cometer pocos errores, pero no menos cierto es que se vivió esa tensión que siempre se agradece en la Copa.
El único tanto del partido lo logró Diego Godín. El central uruguayo volvió a ser protagonista, como ya lo fue en octavos de final ante el Valencia. Un cabezazo suyo, a centro de Koke en el minuto 41, da ventaja a los colchoneros de cara al partido de vuelta.
Eliminatoria abierta
Todo se decidirá en el nuevo San Mamés la semana que viene. Los de Simeone son favoritos porque llevan una ventaja mínima, pero no se pueden fiar porque el Athletic está intratable en casa. Seguro que el público empujará más que nunca y viviremos otra noche mágica.