El Real Madrid sumó sus primeros puntos en la presente edición de la Champions League. Lo hizo a lo grande, ante un rival tan poderoso como el Manchester City y con un final de película que tuvo como protagonista a Cristiano Ronaldo. El portugués decidió el partido y el Santiago Bernabéu volvió a sonreír después de los malos tragos en Liga.
José Mourinho sorprendió a todo el mundo con su alineación. Sentó a Mesut Özil y a Luka Modric. Apostó por un triple pivote en el centro del campo con Michael Essien como principal novedad junto a Xabi Alonso y Sami Khedira. Además, se cargó a Sergio Ramos y se la jugó con Raphaël Varane, quien por cierto no lo hizo nada mal.
Así las cosas, el Madrid dominó el partido desde el primer minuto hasta el último. Contó con numerosas ocasiones de gol claras y se aprovechó de un Cristiano Ronaldo muy activo que no tenía suerte de cara a puerta. Joe Hart se convirtió en el mejor de los ingleses en la primera parte.
Segunda parte loca
Tras la reanudación llegó la lluvia de goles. Edin Dzeko adelantó al City en el 68 después de un espectacular eslalon de Touré Yaya. El ex del FC Barcelona le sirvió un balón en bandeja para que pudiera definir con toda la tranquilidad del mundo ante Iker Casillas. El capitán de la selección española trató de intuir un disparo cruzado, pero el bosnio disparó al primer palo y el balón terminó entrando pese a no ir demasiado colocado.
Tras el varapalo el Madrid lo siguió intentando, no se vino abajo. Marcelo, que había tenido dos ocasiones muy buenas disparando desde fuera del área, se encargó de igualar el marcador con un derechazo que acabó entrando con algo de fortuna tras rebotar en un jugador del City. El Bernabéu volvía a rugir.
El 2-1 estaba mucho más cerca que el 1-2, pero en una jugada a balón parado los ingleses se volvieron a adelantar a falta de 6 minutos para el final. Kolarov la puso con mucha rosca al segundo palo y el balón se paseó por el área blanca sin que ningún jugador lo tocara. Casillas no se lo esperaba y su estirada llegó demasiado tarde. El Bernabéu enmudecía porque los tres puntos se escapaban.
Sin tiempo para lamentarse, el Madrid volvió a empatar el partido, esta vez por mediación de un Karim Benzema que por fin pudo acabar con su sequía goleadora. El francés se giró muy bien en el borde del área y conectó un disparo raso y seco que fue demasiado para Hart.
Llegó el momento que Cristiano estaba esperando
Los últimos minutos fueron de infarto. Era el momento de CR7, era el momento de firmar un final de partido inolvidable. El portugués enganchó el balón pegado a la banda izquierda, se zafó de su rival y disparó con rabia. Hart apenas pudo ver el balón y se la tragó. Era el 3-2 definitivo que ponía al Bernabéu y a Mourinho patas arriba en el último minuto. No era para menos.