Jamie Vardy no vive tranquilo. Desde que despidieron a Claudio Ranieri está pendiente de las amenazas de muerte que recibe casi a diario. Tanto él como su familia están en peligro, o al menos eso es lo que ha denunciado en varias ocasiones para que la policía tome cartas sobre el asunto.
La temporada pasada también sucedió algo parecido, aunque en aquel entonces eran algunos aficionados del Manchester United los que trataban de amargarle la existencia.
¿El cabecilla de un complot?
En esta ocasión hay que hablar de sospechas. La gente sospecha que los jugadores del Leicester City le hicieron la cama a Ranieri, ya que de lo contrario es difícil explicar que el equipo haya encadenado tres triunfos consecutivos en la Premier League y haya sido capaz de tumbar al Sevilla en la Champions.
Vardy, por lo que dicen, fue el cabecilla de un complot que acabó con el técnico italiano en la cola del paro, motivo por el cual determinadas personas estarían haciéndole la vida imposible. Dicen que se reunió con el presidente del club para que se cargara al hombre que les dirigió hacia un título de liga irrepetible.
Como es lógico, el internacional inglés no ha tardado en salir a la palestra para desmentir todo lo que se está diciendo al respecto. Ayer, sin ir más lejos, negó esa presunta charla con el presidente:
Leí una historia de que yo estaba personalmente involucrado en una reunión antes del partido con el Sevilla, cuando donde estuve en realidad fue en un control antidopaje durante tres horas. Pero la historia ya está ahí fuera, la gente la lee y se la cree, y recibes amenazas de muerte sobre tu familia, tus hijos…
La familia no se toca
De lo que más le ha molestado es lo que ha sucedido con su mujer y sus hijos. Por lo visto, les han cortado el paso en más de una ocasión cuando viajaban en coche. Las burlas contra su persona las soporta, pero este tipo de comportamientos no los tolera.