Sinceramente, no sé qué es lo que está haciendo Víctor Valdés en el Manchester United. ¿Está esperando a que echen a Louis van Gaal para formar parte de la primera plantilla? Si es así, creo que se retirará antes de que eso pase, así que debería ir pensando en otros clubes que han llamado a su puerta. El Besiktas fue uno de ellos durante el pasado verano, pero finalmente se quedó en Old Trafford confiando en sus posibilidades.
Igual se quedó porque…
Tal vez esperaba la salida de David de Gea al Real Madrid y la llegada de Keylor Navas viéndolo como una oportunidad. Si el costarricense y Sergio Romero no lo hacían bien, existía una mínima posibilidad de que llamaran a Valdés para ser titular. Sin embargo, eso no ha llegado a pasar, y aunque hubiera pasado no le veríamos jugar ni el amistoso más intrascendente de la historia del fútbol.
Van Gaal es un Lanister
Lo digo más que nada por lo que sucede con su relación con Van Gaal. Lejos de suavizarse con el paso de las semanas, la cosa va a peor y no parece tener fin. El veterano técnico holandés ha ordenado que el ex del Barça no pise las instalaciones de Carrington cuando esté el primer equipo. No quiere que coincida con los que llegaron a ser sus compañeros de vestuario, así que tendrá que conformarse con entrenar con las categorías inferiores cuando no haya rastro de ellos.
Los últimos trenes se le escapan
En Inglaterra lo ven como una humillación y no entienden por qué sigue en el United estando tan al borde del precipicio. No debe cobrar mucho y no le da nada de prestigio estar en un club que no cuenta con él ni para entrenar. Además, de cara a un futuro fichaje por otro equipo, su caché va menguando y su retirada está cada vez más cerca. Nunca una lesión fue tan inoportuna, y nunca un adiós fue tan precipitado.