A José Mourinho se le va terminando la paciencia. Ed Woodward, el propietario del Manchester United, le dijo que él sería el entrenador la próxima temporada. Sin embargo, a Louis van Gaal todavía le queda un año de contrato y podría cumplirlo si finaliza la temporada ganando la FA Cup (jugarán la final ante el Crystal Palace el 21 de mayo) y acabando entre los cuatro primeros de la Premier League (están a 4 puntos del cuarto con un partido menos).
Una cuestión de orgullo
A David Moyes, su antecesor, se lo cargaron por no acabar en puestos de Champions, algo que todavía está al alcance del veterano técnico tulipán. Además, el bueno de Woodward está cansado de escuchar críticas por las malas decisiones que ha tomado desde que Sir Alex Ferguson se retiró, así que hará todo lo posible por mantener su última apuesta aunque solo sea por orgullo.
Es un secreto a voces que Mourinho está desesperado por hacerse cargo del United. Lleva medio año sin trabajo y debe tener un mono de fútbol increíble. Ofertas ha tenido más de una, pero su deseo es dirigir a uno de los clubes más laureados de Europa, donde podría echar raíces si las cosas le van de cara.
Aventura china
Woodward es consciente de que el portugués no esperará eternamente. Eso de ir apretando la pelotita antiestrés cada día es agobiante. Por eso le recomienda irse a entrenar a China un año y retomar las conversaciones en 2017. Allí le pagarán más de lo que cobrará en Europa, si bien es cierto que el nivel de la liga china está a años luz del de la Premier.
Opción Inter
Jorge Mendes seguirá moviéndose para encontrar el mejor destino posible para Mourinho, que también podría regresar al Inter de Milán para revivir la mejor temporada de la historia del club. Eso si el proyecto es serio, porque la plantilla que tienen ahora mismo no puede aspirar a nada.