Dicen que entrenador nuevo es victoria segura, pero ayer no se cumplió la dicha en el sexto partido de la fase de grupos de la Champions League. El Valencia necesitaba la victoria ante el Olympique de Lyon y un pinchazo del Gante ante el Zenit. No pasó ni una cosa ni la otra, porque los valencianos cayeron por 0-2 y los belgas se llevaron su partido por 2-1.
No faltó actitud, pero sí puntería
Todos los males no son culpa de Nuno Espírito Santo. Gary Neville tiene mucho trabajo por delante y un par de objetivos que le van a exigir desde el primer día. El más importante es meter al equipo entre los cuatro primeros de la Liga para jugar la próxima Champions, pero tampoco puede olvidarse de la Europa League.
Mestalla asistió a la enésima decepción, y eso que los jugadores lo intentaron hasta el último suspiro. Jaume Domènech estuvo fantástico una vez más, con paradas de mucho mérito que desquiciaron a los visitantes. Sin embargo, no pudo hacer nada para evitar el 0-1 en el minuto 37. Cornet, que ya había desperdiciado una muy clara minutos antes, aprovechó la pasividad de José Luis Gayà para meterla por la escuadra con una facilidad pasmosa. El canterano se equivocó dándole más de un metro y medio para que hiciera lo que quisiera.
Antes de que llegara ese gol llegó otro de Shkodran Mustafi, pero el colegiado lo anuló por error creyendo que hubo falta previa de Aymen Abdennour. Los minutos pasaban y el gol del empate no llegaba. Lo probaron Paco Alcácer, Rodrigo De Paul y hasta Álvaro Negredo, que sin Nuno pudo volver a una convocatoria para disfrutar de unos 40 minutos de partido.
Lo peor sucedió en el minuto 75, con un Valencia volcado a la desesperada a por el gol. El Olympique de Lyon tejió un contraataque perfecto finalizado por Alexandre Lacazette, que no tuvo problemas para superar a Abdennour por velocidad antes de disparar con su pierna izquierda sin oposición. Poco pudo hacer el bueno de Domènech.
El Gante hace historia
El otro partido del grupo H arrancó con el empuje del Gante, que llevó a marcar el primero en el minuto 18 por mediación de Laurent Depoitre, que se sacó un cabezazo fantástico a centro del joven nigeriano Moses Simon.
El Zenit San Petersburgo reaccionó en la segunda mitad empatando en el minuto 67. Artem Dzyuba, su máximo goleador de la competición con 6 dianas (solo superado por Lewandowski y Cristiano), se hizo con un balón disputado en el área para batir al meta local. A pesar de ello, los hombres dirigidos por Hein Vanhaezebrouck buscaron los tres puntos y los obtuvieron a falta de 12 minutos para el final gracias al acierto de Danijel Milicevic, que cazó un balón suelto y lo remató con tanta potencia como efectividad.
Así las cosas, un equipo belga vuelve a los octavos de final de la Champions tras 15 años de ausencia. Todos le veían como la perita en dulce del grupo y creían que el Zenit también se quedaría fuera, pero al final han sido el Valencia y el Olympique de Lyon los que han ocupado la tercera y la cuarta plaza.