Unai Emery fue despedido del Valencia de una forma injusta. Logró convertir a su equipo en el mejor de la otra Liga, la de los que viven a la sombra de Real Madrid y Barcelona. Sin embargo, eso no fue suficiente para contentar al presidente Manuel Llorente y a una afición que se ha acostumbrado a despreciar el trabajo de grandes técnicos (véase Rafa Benítez, Héctor Cúper, Quique Sánchez Flores…).
El caso es que ofertas no le han faltado a Emery. Es un entrenador joven que ha demostrado que sabe gestionar una plantilla plagada de estrellas. Tiene carácter y vive por y para su equipo. Tal vez por ello ha recibido una oferta astronómica del Spartak de Moscú. Según los medios de comunicación rusos, el de Fuenterrabía se llevará 2,5 millones de euros netos por cada una de las dos temporadas que ha firmado por el equipo de la capital rusa.
El objetivo del club no es otro que ganar la Premier League rusa, algo que no ocurre desde la temporada 2000/2001. Le han dado plenos poderes para fichar y él ya ha avisado: «No descarto llevarme algún jugador del Valencia a Moscú». De momento suena con fuerza el nombre del holandés Hedwiges Maduro…
Recordamos su despedida del Valencia entre lágrimas.