Algunos ultras de la Juventus mostraron un comportamiento lamentable antes de que el conjunto transalpino venciera por la mínima al Atalanta. La dura eliminación frente al Fulham y los malos resultados del equipo en la liga italiana no están sentando nada bien a la afición. Sin embargo, en ningún caso se puede justificar un comportamiento tan neandertal como el que se vivió ayer cuando los jugadores salían del hotel de concentración para ir al campo.
La policía tuvo que intervenir para evitar altercados, pues los jugadores iban saliendo uno por uno y los ultras no dejaban de increpar. Sin saber como, uno de ellos pudo saltarse el cordón policial. Se dirigió hasta Jonathan Zebina y le agredió golpeándole en la nuca. El futbolista galo no se quiso revolver y la cosa no pasó a mayores, aunque posteriormente reconoció que el incidente pudo tener connotaciones racistas. El autocar llegó a ser golpeado e incluso apedreado.