Arek Onyszko, portero polaco del Midtjylland, tendrá que jugar con un localizador en su tobillo por ser un delincuente. Acaba de ser condenado a 3 meses de prisión por pegar a su mujer y se han tomado las medidas oportunas para que no pueda escaparse.
El guardameta antes jugaba en el Odense, pero fue despedido nada más conocerse que había pegado a su mujer. Fue entonces cuando el Midtjylland se puso en contacto con él. No es mal portero, pues llegó a ser internacional con Polonia en 1997. Sin embargo, es una muy mala persona. En este caso no se puede decir eso de «gran jugador, mejor persona».