El Inter escala una posición más en su lucha por el título y el Milan se hunde en la media tabla de la Serie A, lo que me lleva a pensar que Vincenzo Montella será destituido esta misma semana.
Los ‘neroazzurros’ se llevaron el derbi de Milán gracias a su goleador, el argentino Mauro Icardi, que poco antes del partido había dicho que lo más importante era el Inter, no sus goles.
Icardi y su romance con el gol hundieron al Milan
El marcador final, de 3-2, refleja lo igualado que fue el encuentro. Icardi abrió la lata en el minuto 28 gracias a un gran centro de Antonio Candreva, que le vio venir como una exhalación desde atrás y se la puso a la carrera, para que rematara como solo un ‘9’ de primer nivel puede rematar.
A pesar del tanto, el Milan se recompuso y Suso igualó la contienda con un gran disparo desde fuera del área en el minuto 56. El futbolista andaluz no se lo pensó y armó su pierna izquierda para superar a Samir Handanovic con más colocación que potencia.
Icardi puso por delante a los suyo una vez más en el minuto 63 al no desperdiciar un muy buen centro de Ivan Perisic, que apuró la banda izquierda para dársela al capitán donde más le gusta.
El Milan fue capaz de empatar a 10 minutos para el final en una jugada que nació en las botas de Borini, que la puso como pudo y encontró a Roberto Gagliardini. Este remató forzado y Handanovic no acertó a despejar. Todo lo contrario. Acabó metiendo el balón en su propia portería.
Cuando parecía que el 2-2 iba a ser el resultado definitivo, Icardi apareció por enésima vez para transformar un claro penalti de Ricardo Rodríguez sobre Danilo D’Ambrosio. El árbitro vio el agarrón y señaló los once metros. El internacional argentino engañó a Gianluigi Donnarumma y los tres puntos fueron para un Inter que ahora mismo es segundo con dos puntos menos que el Nápoles, que es líder en solitario.