El Clásico no decepcionó. Vimos espectáculo del bueno porque los dos equipos fueron a por la victoria desde el primer minuto. No hubo tiempo para la especulación y esta vez no vimos a un Barça que monopolizaba la posesión del balón. La era Guardiola ya queda muy lejos y de nada sirvió que Luis Enrique se decantara por Xavi Hernández de inicio en detrimento de Ivan Rakitic, una decisión que en mi humilde opinión fue un error.
El resultado final, 3-1 a favor de los blancos, aprieta toda vía más la Liga. El Barça sigue líder con los mismos puntos que el Sevilla, pero ahora el Real Madrid está a un solo punto.
Un Madrid más pelotero que nunca
El Barça no se adueñó del partido por una sencilla razón. Con Luka Modric, Toni Kroos, James Rodríguez e Isco en el centro del campo, era evidente que los de Carlo Ancelotti podían tocar y tocar sin perder el balón. Diferente hubiera sido con Gareth Bale en lugar de Isco, ya que el galés es de los que prefiere correr con o sin el balón, pero en ningún caso se asocia de la misma forma que el malagueño.
La etiqueta de equipo contragolpeador no se le puede retirar al Madrid de la noche a la mañana, porque Cristiano Ronaldo y Bale son dos balas que viven de ello. Sin embargo, ahora también se puede decir que es un equipo perfectamente estructurado para dominar la posesión a su antojo, algo que siempre ha deseado Ancelotti, que cuando en su etapa de futbolista mimaba la pelota como el que más.
Benzema fue el mejor
Neymar adelantó al Barça por culpa de un grave error de Pepe, que en vez de ayudar a Dani Carvajal, entró de golpe y no le cerró el centro al brasileño. Éste ganó espacio e inauguró el marcador en el minuto 4 con un disparo ajustado al poste izquierdo de la portería defendida por Iker Casillas.
No cundió el pánico en el Bernabéu porque había más de uno que estaba enchufado. Era el caso de Karim Benzema, que venía de marcar dos goles en Anfield y que estuvo realmente fino. El delantero francés mandó el balón al larguero en una doble ocasión que mereció mejor premio.
Los minutos pasaban y el gol estaba al caer. Marcelo, en una acción por la banda en el minuto 35, la puso al corazón del área y se topó con el brazo izquierdo de Gerard Piqué, que al irse al suelo para cortar el centro se llevó la pelota descaradamente. Cristiano Ronaldo no falló desde los once metros y se llegó al descanso con 1-1.
Tras la reanudación vimos a un Madrid muy serio que se adelantó a los cinco minutos gracias a Pepe. Kroos la puso con una parábola espectacular y el centro portugués de origen brasileño cabeceó para sorprender a un Bravo que había visto terminada su imbatibilidad justo antes del descanso.
La sentencia llegó once minutos más tarde, cuando Isco se llevó un balón que parecía imposible y se lo entregó a Cristiano, que a su vez decidió abrir a la banda derecha para James. El colombiano vio el gran desmarque de Benzema y se la puso a la espalda de la defensa culé para que batiera a Bravo con un disparo cruzado. Tocó el poster y besó las redes de la portería. Era la sentencia, porque el Barça no parecía capaz de reaccionar con un Messi operativo y sin Luis Suárez, que fue sustituido unos minutos más tarde por Pedro.
Buen debut de Luis Suárez
Hablando del uruguayo, hay que decir que debutó con nota. Fue uno de los mejores de su equipo. Leyó bien el juego, se movió con inteligencia para ayudar a sus compañeros y le puso una a Messi que no fue el 0-2 de milagro. Además, en la segunda parte estuvo a punto de liársela a Sergio Ramos con una maniobra de delantero centro pillo. Seguro que los aficionados del Barça disfrutarán mucho con él y pronto sabremos por qué fue el máximo goleador de la Premier League la temporada pasada. En cuanto coja esa chispa de velocidad que le falta será imparable.