En todas partes hay gente con pocas luces. Es verdad que muchas veces he dicho que tendríamos que aprender de lo que sucede en Inglaterra, pero no siempre supone un ejemplo a seguir por culpa de incidentes como el que ocurrió en un partido de la League Two (lo que vendría a ser la Tercera División en España) disputado ayer.
Lo que nadie esperaba
El Wycombe ganaba por 0-1 en campo del Gillingham, un equipo que si lograba los tres puntos se colocaba líder. Por eso Jordan Archer, portero escocés del Wycombe perdió todo el tiempo del mundo en cada saque de puerta desde que su equipo anotó el único gol del partido en el minuto 86. Eso impacientó a los aficionados locales, hasta que uno de ellos, que por cierto era un niño, saltó al campo y se lanzó contra Archer al más puro estilo fútbol americano.
Rápidamente acudieron las fuerzas de seguridad para evitar que la cosa pasara a mayores. El cabreo de Archer era evidente, pero no podía cebarse con el niño, tenía que mantener la cabeza fría para irse a la ducha con la satisfacción del trabajo bien hecho.