Argentina vuelve a ser protagonista por un triste suceso de violencia, en este caso saldado con la muerte de un niño de 14 años. Ocurrió ayer de madrugada, cuando los aficionados de Newell’s regresaban a Buenos Aires en autobús después de ver el partido que disputó su equipo en la cancha de Huracán.
El niño murió por culpa de 3 balazos en la cabeza que recibió cuando el autobús se paró por desperfectos técnicos. Los asaltantes, que no dudaron en emplear ametralladoras según algunos testigos, también dispararon a otros dos aficionados que afortunadamente están heridos pero fuera de peligro.
Los medios argentinos ya se atreven a comentar que este incidente tiene que ver con una disputa interna de la barra brava del conjunto de Rosario, lo que significa que la violencia sigue siendo el pan de cada día en este país sudamericano.