El Real Madrid va a tener un verano muy largo. Lo tendrá por los fichajes que quiere acometer, pero también por las ventas que necesita cerrar para recaudar dinero y aligerar la plantilla.
El futbolista que más posibilidades tiene de salir traspasado es Gareth Bale, a pesar de que el galés tiene contrato hasta el 30 de junio de 2022 y su intención no es otra que la de seguir vistiendo de blanco.
Entre lesiones y malas actuaciones…
Florentino Pérez ya sabe que deshacerse de él no va a ser sencillo. Llegó con la etiqueta de crack mundial y se le han dado muchas oportunidades que a veces ha aprovechado. Sin embargo, las mil y una lesiones que ha sufrido y su apatía han acabado con la paciencia de la directiva y la afición.
El principal problema es que no hay compradores. El mercado se ha vuelto loco y el Madrid no podrá embolsarse más de 100 millones de euros como pretende, ya que por esa cantidad salió Cristiano, cuyo caché estaba por las nubes (todo lo contrario que el de Bale).
Desperdiciaron una buena oportunidad
Los clubes que el pasado verano querían ficharle se han retirado de la puja. Era el momento para venderlo, ya que se había convertido en el héroe de la Champions League conquistada ante el Liverpool. No aceptaron ofertas y pensaron que Bale se convertiría en la estrella que necesitaban, en el Cristiano que tanto había deseado ser. Pero nada de nada. Ni rastro de Bale. Pocos goles y pocas ganas en un jugador en el que todavía se tenía fe.
Si finalmente sale traspasado, que es lo que va a pasar, Bale volverá a la Premier League, que es donde se sentirá más cómodo por sus condiciones físicas y por los buenos recuerdos que guarda de su etapa en el Tottenham