Inglaterra es un país mucho más avanzado que el nuestro y eso se nota en temas de justicia. Allí no se andan con chiquitas y se castigan todos los actos que deben ser castigados, sin importar quién sea el responsable de los mismos. Por eso John Terry al final tendrá que acatar la multa y la sanción que le han impuesto por los insultos racistas que dirigió a Anton Ferdinand durante un partido correspondiente a la temporada pasada.
El central del Chelsea no se ha escapado. La FA ha querido tomar cartas en un asunto que no quedó demasiado claro en julio, cuando los tribunales ordinarios decidieron absolverle. Según el máximo organismo competente del fútbol en Inglaterra, «utilizó lenguaje abusivo o insultante con referencias al color o la raza».
Tras una larga investigación se ha decidido imponer una multa de 220.000 libras (unos 277.000 euros) y 4 partidos de sanción. Es más o menos lo que le sucedió a Luis Suárez cuando insultó a Patrice Evra, aunque en aquella ocasión el jugador del Liverpool tuvo que acatar una multa de 40.000 libras (unos 48.000 euros) y 8 partidos sin jugar.
¿Os parece justa la decisión tomada por la FA? A mí me parece ejemplar.