Hay que reconocer que la renovación de Ousmane Dembélé ha sido una de las bombas del verano. Se ha celebrado en Can Barça casi como un fichaje, ya que se daba por hecho que el francés haría las maletas para jugar en otro club porque no iban a tirar la casa por la ventana para que continuara.
Xavi Hernández ha sido uno de los principales valedores desde que llegó al Camp Nou con ganas de triunfar como entrenador. Siempre ha defendido que le quería en su plantilla y se negó a aceptar un castigo por no renovar que le habría dejado sin jugar durante unos meses. Finalmente se ha quedado y todos contentos, pero está claro que su ficha es muy elevada tal y como están las arcas del club.
Hasta 20 millones de euros brutos al año
Dembélé decidió extender su compromiso dos temporadas más a cambio de cobrar un fijo de 16 millones de euros brutos más un variable de 4 millones de euros brutos. Por lo tanto, se puede embolsar hasta 40 millones de euros brutos por las dos temporadas que ha firmado para seguir vistiendo de azulgrana. No está nada mal.
La cláusula de oro
Se rumorea que su representante pedía todavía más dinero y que algunos clubes interesados, como el PSG, el Chelsea o la Juventus, al final no estaban por la labor de poner tanto dinero sobre la mesa por un futbolista muy propenso a lesionarse. Eso, en parte, explicaría los motivos por los que el francés ha decidido continuar en la Ciudad Condal. No hay que olvidar que solo tiene 25 años y que podría firmar el gran contrato de su vida cuando expire su actual contrato.
Si antes de que eso pase llega algún club dispuesto a pagar los 100 millones de euros de su cláusula de rescisión, el campeón del mundo con Francia se quedaría con el 50% del traspaso, algo que sin lugar a dudas invita a pensar que estará deseando hacer un temporadón para que vengan el PSG y el Manchester City con sus petrodólares para llevárselo.