No sufrió el Barça para derrotar a uno de los peores equipos que he visto en la Champions League en mucho tiempo. El partido de ida fue parecido al de ayer, aunque el BATE Borisov trató de saltar al terreno de juego con menos miedo para demostrar que no es una auténtica banda.
El resultado final fue de 3-0. Refleja lo que se pudo ver durante los 90 minutos, aunque a decir verdad los locales pudieron marcar dos o tres goles más perfectamente.
Dos socios letales
La sociedad que forman Luis Suárez y Neymar volvió a funcionar. El uruguayo hizo el segundo y el brasileño firmó un doblete. Abrió la lata desde el punto de penalti tras un piscinazo de Munir que hizo picar al árbitro. El contacto fue mínimo.
Ese gol llegó en la primera parte, y en la segunda se fabricó la sentencia. Suárez, a pase de Neymar, se fue de su par con algo de fortuna y remató muy rápido para batir al portero visitante. Fue una maniobra de delantero centro puro.
El 3-0 definitivo nació de otra combinación entre ambos, esta vez en un contraataque comandado por el charrúa que acabó en la bota derecha de un Neymar que anoche lució una cinta muy parecida a la que llevaba su compatriota Ronaldinho cuando jugaba en el Barça.
Rakitic, KO
La mala noticia fue la lesión de Ivan Rakitic. El croata pidió el cambio en el minuto 18 por culpa de una rotura en el sóleo de su pierna derecha. Lo más normal es que esté de baja cerca de un mes, así que Luis Enrique no debería contar con él para el Clásico.
Clasificación al caer
El Barça es líder con 10 puntos y roza la clasificación, puesto que el Bayer Leverkusen perdió 3-2 en campo de una Roma que vio como su rival le levantaba un 2-0 a favor. Tuvo que aparecer la figura del bosnio Miralem Pjanic para darle la victoria a los capitalinos, que ahora mismo son segundos con cinco puntos, uno más que los alemanes. El BATE Borisov cierra la clasificación con tres, así que todavía tienen opciones de clasificarse.