El Villarreal se ha movido rápido y creo que no demasiado bien, algo bastante lógico teniendo en cuenta que las prisas no son buenas. El adiós de Unai Emery, que ya está centrado en su nueva etapa en el Aston Villa, pilló a pie cambiado a Fernando Roig y sus secuaces, que se han visto obligados a maniobrar a toda prisa para no tener que recurrir a un entrenador interino.
Quique Setién ha sido el elegido a pesar de que el técnico cántabro llevaba dos años sabáticos. Su última experiencia en el Barça no pudo ir peor, ya que no obtuvo los resultados esperados y encima fue eliminado de la Champions League por un doloroso 8-2 a manos del Bayern de Múnich. Por eso, y porque no supo manejar un vestuario en el que Leo Messi le hizo la vida imposible (eso dicen), terminó de la peor forma posible y nadie esperaba que podría volver a entrenar dirigiendo a un equipo de la talla del Villarreal.
Frase inverosímil para empezar
Él mismo ha dejado una frase para la historia que creo que supera a la de «ayer estaba con las vacas y hoy entrenando al Barça». Esta vez ha dicho que no se lo creía, que pensaba que era una broma. Sin duda, palabras que no dan mucha confianza y que hacen pensar que él mismo cree no estar a la altura de un equipo como el submarino amarillo. Sea como sea, los resultados serán los que dirán si ha sido una buena elección o no, pero lo que está claro es que difícilmente logrará dejar huella como Emery, que se ha despedido con una Europa League conquistada y unas semifinales de Champions League.
Objetivos ambiciosos para un equipo que tendrá que adaptarse al cambio
Setién tiene la difícil misión de colocar al Villarreal entre los cuatro primeros de LaLiga para disputar la próxima edición de la Champions. En estos momentos son séptimos con 18 puntos en 11 jornadas, lo que significa que están a solo 4 puntos de la Real Sociedad, que es el equipo que marca los puestos Champions en estos momentos.
No solo se le va a exigir en la competición doméstica, sino que también se le va a pedir que pelee por la Copa del Rey y que trate de ganar la Conference League, competición en la que hasta ahora han logrado un pleno de victorias (4 de 4) para clasificarse como primeros de grupo para las rondas eliminatorias.
Precisamente mañana debutará como entrenador groguet en dicha competición. Será ante el Hapoel Beer Sheva en el Estadio de la Cerámica a partir de las 18:45 horas. Su primer partido de LaLiga será ante el Athletic de Bilbao en San Mamés.