En el Santiago Bernabéu no se habla de otra cosa. Parece que asuntos tan importantes como el de la portería han pasado a un segundo plano. La renovación de Sergio Ramos va para largo porque el jugador quiere cobrar más y el club no está dispuesto a satisfacer sus deseos. Es un tira y afloja que no sabemos cómo puede terminar, ya que Mesut Özil y Ángel Di María fueron traspasados por el mismo tema pese a que a la afición estaba muy contenta con el rendimiento de ambos.
Quiere cobrar 10 millones de euros netos por temporada
Es gracioso que Sergio Ramos esté indignado con la palabra pesetero. No quiere que le coloquen esa etiqueta, pero es la que le queda mejor si tenemos en cuenta que solo renovará si le suben el sueldo. Y cuidado porque no es un aumento cualquiera, ya que el de Camas actualmente cobra 6 millones netos y pide cobrar 10.
Se merece una mejora
Es el héroe de la Décima y es de los que se suelen dejar la piel en el campo domingo tras domingo. Se siente muy identificado con los valores del club y es uno de los preferidos de la afición. Además, está entre los tres mejores centrales del mundo con total seguridad.
Eso le permite pedir un aumento de sueldo, pero también es verdad que la edad juega en su contra. En marzo de 2016 cumplirá 30 años, así que no es ningún chaval. De todas formas, Florentino Pérez puede acordar una extensión del contrato que le permita cobrar muy bien durante las próximas tres temporadas, pero más allá deberían sentarse de nuevo para negociar un contrato a la baja, sobre todo si el rendimiento de Sergio Ramos deja de ser igual de bueno.
Otamendi en la recámara
Por si no llegan a un acuerdo de renovación, el club se guarda un as bajo la manga llamado Nicolás Otamendi. El argentino no quiere continuar en el Valencia y escucha ofertas tan tentadoras como una del Manchester United, que precisamente también anda tras los pasos de Sergio Ramos. Los diablos rojos ofrecen, según el Daily Star, 28 millones de euros más David de Gea.