Ocurrió después de la final de la Capital One Cup, la Copa de la Liga de Inglaterra de toda la vida. Nemanja Matic, que no pudo jugar ni un solo minuto por estar sancionado, agarró con fuerza la mano izquierda de John Terry antes de emprender la marcha hacia una de las gradas del mítico Wembley. ¿El objetivo? Lanzarse al césped con más o menos gracia para disfrutar del título que acababan de cosechar tras derrotar por 2-0 al Tottenham Hotspur de Mauricio Pochettino.
Una buena pifia
Todo iba bien hasta que puso sus dos pies en el suelo. Lo más habitual es posar las rodillas antes que los pies, y como él lo hizo al revés su celebración fue algo así como un fail. El centrocampista serbio del Chelsea dio una especie de voltereta hacia delante y no tardó en darse cuenta de que se había lesionado. De hecho, ayer no jugó porque todavía le quedaba un partido de sanción por cumplir, pero tampoco estaba en condiciones de hacerlo físicamente hablando. Su cuerpo, muy del patrón de Sergio Busquets, tampoco le ayuda a salir indemne de este tipo de percances.
Los hay con más estilo
Como has podido comprobar, a otros se les da mucho mejor eso de lanzarse al suelo. Eden Hazard, al que le encanta hacerlo cada vez que marca un gol, se desliza con una naturalidad envidiable. Tendrá quedarle clases al bueno de Matic para que no se rompa los ligamentos de la rodilla si dentro de unos meses ganan algo más gordo.