Pensábamos que Rafinha se iría al Inter de Milán traspasado, pero finalmente se trata de una cesión hasta el 30 de junio de 2018. Antes de que llegue esa fecha los italianos podrán comunicarle al Barça que se hacen con sus servicios de forma definitiva, aunque para ello tendrán que abonar 35 millones de euros más otros 3 en variables.
Debutó la semana pasada en la Copa del Rey
El brasileño fue convocado por Ernesto Valverde tras superar su grave lesión de rodilla, la misma que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego casi 9 meses. Tuvo sus primeros minutos ante el Espanyol como medida de presión, ya que el Inter no acababa de cerrar los flecos de una operación que por fin se ha confirmado.
Su objetivo es estar en el Mundial
Los transalpinos se harán cargo de su salario hasta que termine la temporada, momento en el que podrán decidir si quieren quedárselo. Rafinha lo que quiere es jugar para estar en el Mundial de Rusia, algo que a día de hoy parece bastante complicado teniendo en cuenta que está muy falto de ritmo y viene de una lesión que despierta demasiadas dudas.
Competencia no le va a faltar
Lo que está claro es que tiene mucho talento y puede convertirse en una de las referencias del Inter de Luciano Spalletti. El técnico italiano tendrá difícil hacerle un hueco, ya que está apostando por hombres como Roberto Gagliardini, Matías Vecino, Borja Valero, Ivan Perisic, Marcelo Brozovic, Joao Mario o Antonio Candreva. La competencia en el centro del campo es feroz y solo un Rafinha al nivel del que vimos en el Celta podría hacerse con un puesto en el once titular.