El seleccionador portugués, Luiz Filipe Scolari, perdió anoche los papeles y golpeó al defensor serbio del Sevilla Dragutinovic propinándole un puñetazo en el rostro. El brasileño encajó mal el gol de Serbia cuando faltaban pocos minutos para concluir el partido y que significaba el empate a uno. Drago se acercó para hablar con Quaresma y en ese momento fue cuando Scolari agredió al jugador. Dragutinovic le perdona pero no se lo explica todavía:
Es un entrenador campeón del mundo, pero esto no es bueno para el fútbol. Es una imagen muy mala para todos los deportistas.
Por su parte, Scolari niega lo ocurrido: «No le pegué, sólo quería defender a Quaresma», declaró sorprendentemente.
Mientrastanto, la Federación Portuguesa de Fútbol estudiará la agresión de su técnico así como la UEFA, que podría sancionarlo duramente. Un puñetazo al más puro estilo Ruiz Mateos que le puede salir muy caro.