Bastian Schweinsteiger ha hecho lo mejor que podía hacer. El centrocampista alemán, con un pobre bagaje de cuatro partidos a las órdenes de José Mourinho, ha decidido hacer las maletas para jugar en los Chicago Fire de la Major League Soccer (MLS).
El Manchester United lo ha hecho oficial a través de su página web. Se va tras un año y medio que no ha sido tan bueno como se esperaba. Ni el club está contento con su rendimiento ni el jugador está contento con el trato que le han dado, más que nada por lo mal que se ha portado Mourinho.
Un adiós sin reproches
A pesar de los pesares, «Basti» es un tipo diplomático que ha querido marcharse sin rencor:
Estoy triste por dejar a tantos amigos en el Manchester United, pero estoy agradecido al club por darme la oportunidad de aceptar el reto de los Chicago Fire.
Tiene 32 años y se ve con fuerzas para seguir jugando, aunque evidentemente no lo hará al mismo nivel que hasta ahora. La liga estadounidense no es ni mucho menos tan exigente como la Premier League, algo que agradecerá su maltrecha rodilla derecha, la que tantos problemas le ha dado en los últimos años y la que hizo que Pep Guardiola diera el visto bueno a su salida del Bayern de Múnich.
Lo más gracioso de todo es que en su mensaje de paz y amor se ha acordado de Mourinho:
He disfrutado trabajando con el entrenador, los jugadores y el staff aquí y les deseo todo lo mejor en el futuro. Pero tengo que reservar un agradecimiento especial a los fans del United, cuyo apoyo ha sido muy especial en mi tiempo en Mánchester.
Caso cerrado. Se acabó el calvario para uno de los mejores centrocampistas alemanes de la última década.