El Athletic de Bilbao, el único club de España que siempre ha jugado en Primera División junto al Real Madrid y el Barça, no siempre ha lucido la equipación rojiblanca que estamos acostumbrados a ver cuando juega de local. El conjunto vasco llegó a lucir unos colores completamente distintos en sus primeros años de vida, pero por un motivo que ahora te voy a contar decidió adoptar el rojo y el blanco como tonos definitivos.
El Blackburn Rovers como referencia
Fue fundado en 1898 y empezó a jugar sus primeros partidos con una camiseta azul marino y blanca (la de la segunda imagen) combinada con unos pantalones azul oscuro y unas medias de idéntico color con una franja blanca en la parte superior. Era una equipación muy similar a la del Blackburn Rovers, un histórico del fútbol inglés fundado en 1875 que le sirvió de fuente de inspiración.
Un viaje que cambió la historia
Juan Elorduy, jugador del Athletic de aquella época, viajó hasta Inglaterra en 1909 para encargar un buen puñado de camisetas en la ciudad de Blackburn. Eran camisetas de más calidad y pensadas para la práctica del fútbol, no como las que se fabricaban por aquel entonces en nuestro país.
La mala noticia fue que no encontró lo que buscaba, así que de vuelta a casa, bajando por el sur de Inglaterra, decidió hacer una parada en Southampton, donde sí podían venderle las camisetas de calidad que estaba buscando. Eso sí, no había stock suficiente de camisetas en azul marino y blanco, así que tuvo que conformarse con las rojiblancas que utilizaba el equipo de la ciudad, el Southampton Football Club.
Camisetas para ellos y para el filial
A la desesperada, Elorduy compró 50 camisetas con esos colores. 25 eran para el primer equipo y las 25 restantes eran para el filial, el que por aquel entonces se conocía como Athletic de Madrid. La única diferencia entre ambos equipos eran los pantalones y las medias, ya que los madrileños siguieron jugando con los pantalones y las medias de la anterior equipación cuando se independizaron.
A los bilbaínos les sorprendió verle regresar con camisetas que no se parecían en nada a las que llevaban. Sin embargo, los nuevos colores gustaron porque eran los de la bandera de Bilbao y la calidad del tejido convenció todavía más, así que las estrenaron el 9 de enero de 1910 en un partido ante el Sporting de Irún (actualmente Real Unión Club).