Nunca es tarde para volver a casa. Lo sabe Tomas Rosicky, que ha tomado una decisión acertada si tenemos en cuenta que sus mejores años futbolísticos han quedado atrás. Con 35 primaveras a sus espaldas y tras dos temporadas en las que apenas ha jugado (el año pasado solo disputó 19 minutos en la FA Cup), el «Pequeño Mozart» se ha comprometido con el Sparta de Praga hasta el 30 de junio de 2018, fecha en la que probablemente anuncie su retirada del fútbol.
Un regreso muy celebrado
Volver al equipo de su ciudad, al que le dio la posibilidad de debutar como profesional, es algo que le motiva. Debutó en 1998, ganó tres ligas de forma consecutiva y despertó el interés del Borussia Dortmund, que pagó un dineral por hacerse con sus servicios. En Alemania brilló como se esperaba de él y eso atrajo al Arsenal en mayo de 2006, cuando se confirmó su traspaso a cambio de 10 millones de euros.
Llega para competir
En la rueda de prensa oficiada con motivo de su presentación, que por cierto se celebró ayer, el nuevo jugador del Sparta de Praga avisó de que no venía «a tocar el balón», puesto que viene a aportar su granito de arena para que el club conquiste títulos. Uno de ellos podría ser la Europa League, aunque hoy por hoy creo que se conforman con superar la fase de grupos, en la que lo tendrán muy complicado al tener que jugar contra el Inter de Milán, el Southampton y el Hapoel Beer-Sheva. Estos últimos estuvieron a punto de eliminar al Celtic de Glasgow en la previa de la Champions League.
Se han disputado cinco jornadas de la liga checa y el Sparta es segundo con 13 puntos, los mismos que tiene el Zlín, que por goal average es líder. Todavía no ha debutado porque está lesionado (se lesionó en la Eurocopa), pero espera hacerlo poco después de los compromisos internacionales programados para estos días.
Te dejo con un vídeo que resume el que ha sido su primer entrenamiento con el conjunto capitalino.