Wayne Rooney tiene un serio problema con la ludopatía. El otro día, nada más acabar el partido que su selección disputó ante Bielorrusia, se fue directo a un casino de Londres para continuar con su suerte. Habían ganado por 3-1 y él había logrado dos goles. Con esa buena noticia, el delantero del United se estaba convencido de que era su noche.
Según revela el rotativo inglés ‘Sunday Mirror’, Coleen McLoughlin, su mujer, se encontraba también en la capital de Inglaterra pero sin saber el paradero de su marido. Lo típico vamos.
Un trabajador del casino contó todo lo que sucedió:
La gente se frotaba los ojos cuando entró. El partido frente a Bielorrusia había estado en la pantalla tan sólo unas horas antes y él ya estaba en Manchester. Estaba feliz de hablar con la gente y tenía una sonrisa permanente en su cara. Parecía que dijera ‘Esta noche estoy de suerte. Seguiré así y haré una fortuna’.
De repente tuvo una horrible racha de mala suerte. Al principio bromeaba con el repartidor. Le decía que debía de haber pisado una mierda de perro al venir. Pero cuando siguió perdiendo el ambiente en la mesa cambió por completo.
Entonces Rooney decidió cambiar el blackjack para dedicarse a la ruleta, a ver si así tenía más suerte. Se jugó varios cientos de libras en casillas distintas pero volvió a perderlo todo. Cuando eran las 6 de la madrugada, el casino tuvo que cerrar y Rooney se fue a casa después de haber perdido 82.000 euros, casi lo que gana en una semana en el Manchester (cobra 100.000 euros por semana).
Así lo seguía contando el trabajador del casino:
El repartidor se quería morir, pero todo el mundo que juega conoce los riesgos que entrañan este tipo de apuestas. Rooney no es diferente a los demás. Cuando se marchó su cara era un torbellino pero al menos puede permitirse perder ese dinero.
En fin, no es la primera vez que el delantero de la selección inglesa se ve salpicado por un escándalo de este tipo. Hace dos años ‘Sunday Mirror’ desveló que había llegado a gastarse 1 millón de euros en apuestas. Eso por no contar que contrataba los servicios de prostitutas… algo que ha reconocido el mismo jugador.