Situación bastante surrealista la que se vivió anoche en el Imtech Arena, el estadio del Hamburgo. Un aficionado local agredió a Franck Ribéry en el descuento del partido de Copa que enfrentó al Hamburgo y el Bayern de Múnich.
Hasta ese momento todo había transcurrido con absoluta normalidad. Los bávaros mandaban en el marcador por 1-3 gracias a los goles de Robert Lewandowski, David Alaba y el propio Ribéry. Tan solo Pierre-Michel Lasogga pudo recortar distancias a cinco minutos del final.
Nadie se lo esperaba
El árbitro estaba a punto de señalar el camino hacia el túnel de vestuarios, pero en ese momento un descerebrado saltó al campo para acercarse peligrosamente al francés. Le dio con una bufanda del Hamburgo en la cara e inmediatamente le insultó mientras le dedicaba una peineta.
Su momento de «gloria» terminó rápido porque los jugadores y las fuerzas de seguridad entraron en acción. Ribéry actuó de la mejor forma posible, reprimiéndose para no meterse en problemas. Hizo bien, aunque no debe ser fácil quedarse parado cuando alguien se está riendo en tu cara.
Un problema de racismo
Esto ocurre porque entre el Hamburgo y el Bayern existe una gran rivalidad desde siempre. Sin embargo, todo apunta a que es un acto racista, ya que una parte de la afición hamburguesa es de extrema derecha. Por eso Ribéry era una víctima perfecta, ya que desde 2006 es musulmán.
El club no ha tardado en pedir perdón por lo ocurrido a través de su cuenta de Twitter.