Se acabó lo que se daba. La aventura de Rémi Garde en el banquillo del Aston Villa ha terminado tras largos días de negociaciones para acordar su finiquito. El francés llegó a Birmingham en noviembre con un contrato de tres temporadas y media y no quería irse de vacío, algo que ha complicado una destitución que al final se ha resuelto con el típico comunicado oficial que anuncia la marcha de un entrenador «de mutuo acuerdo».
De Guatemala a Guatepeor
Le ficharon para enderezar el rumbo de un equipo que era colista, la posición que ocupa ahora mismo con solo 16 puntos. Están a 12 de la salvación a falta de 7 jornadas para el final y en Villa Park todo el mundo tiene la sensación de que lo ha hecho bastante peor que Tim Sherwood. De hecho, su bagaje es catastrófico: 12 derrotas, 6 empates y solo 2 victorias en 20 partidos en la Premier.
Un interino al mando para acabar con dignidad
Eric Black, el segundo entrenador, se hará cargo de la plantilla de forma interina hasta que termine la temporada. No creo que el Aston Villa quiera fichar a un entrenador para los partidos que quedan. Nadie cree en la salvación y dan por perdida la categoría, así este verano se van a mover para contratar a un técnico que esté dispuesto a asumir el reto del ascenso. Nigel Pearson, Sean Dyche y Steve Bruce son algunos de los nombres que están sonando con más fuerza en las últimas horas.