Tengo la sensación de que Cesare Prandelli no sabía dónde se metía cuando aceptó la oferta de Peter Lim. Dirigir al Valencia sonaba demasiado bien y no se lo pensó dos veces. Aceptó ser el sustituto de Pako Ayestarán prometiéndoselas muy felices.
Con el paso de las semanas los resultados le han hecho ver la realidad del club. Sus números son peores que los de sus antecesores y los aficionados que acuden a Mestalla no tienen ganas ni de gritar «Prandelli vete ya». Creo que más de uno se ha dado cuenta de que las cosas seguirán igual de mal aunque fichen a doscientos entrenadores en una misma temporada.
El último partido de LaLiga en 2016 será como una final
El italiano no quiere arruinar su dilatada trayectoria como entrenador después de no estar a la altura en el Galatasaray. Un nuevo fracaso en la capital del Turia rebajaría su caché considerablemente, sobre todo si el Valencia desciende a Segunda División.
Para que eso no pase y se produzca una reacción cuanto antes, Prandelli ha comparecido ante los medios de comunicación con cara de pocos amigos. No ha aceptado preguntas de los periodistas y se ha puesto a disparar para que no haya dudas. Quiere el máximo compromiso posible y no está dispuesto a comerse los turrones en puestos de descenso, para lo cual es imprescindible sumar en San Sebastián ante una Real Sociedad que está en un gran momento. No hay que olvidar que el Valencia se perderá la última jornada del año porque su partido contra el Real Madrid se ha aplazado.
Estoy enfadado y desilusionado, lleva dos meses trabajando duro, para que el equipo, para que crezca, yo lo que quiero ver mañana son las ganas de ellos, de los jugadores, las ganas de sufrir por la camiseta. Nunca he hablado con nadie del mercado, lo que quiero ver de los jugadores es las ganas de sufrir y los que quieren quedarse tienen que demostrarlo, quiero ver quién tiene la actitud y quién no, los que no tengan carácter que se vayan, los que no estén contentos que se vayan, no es un problema de táctica, es un problema de personalidad, llevamos dos meses en el club trabajando duro y es el momento de mostrar quién se quiere quedar y quién no.
Habrá altas y bajas en enero
Tengo la sensación de que van a rodar cabezas en cuanto se abra el mercado de invierno. Eso sí, ya veremos lo que se gasta un Peter Lim que no parece estar demasiado preocupado. Se nota que no ha nacido en Ruzafa, Ciutat Vella o El Carmen.