Luis Suárez con Patrice Evra, John Terry con Anton Ferdinand… son algunos de los casos de racismo que se han vivido en la Premier League en los últimos años. Sin embargo, ese odio racial ha traspasado los terrenos de juego y se ha instalado en las gradas. Aunque la Federación Inglesa ha tomado cartas sobre el asunto y ha promovido sanciones muy contundentes contra Suárez y Terry, parece que algunos no aprenden y siguen dando la nota. En España pasa tres cuartos de lo mismo, pero hoy me centraré en la que para muchos es la mejor liga de fútbol del mundo.
El problema no es nuevo. En Inglaterra no existe tanto racismo como en otros países, aunque por desgracia siempre hay excepciones que manchan el ejemplar comportamiento de la mayoría de aficionados ingleses. Allí no lanzan mecheros ni mandarinas a los porteros, pocas veces silban a un jugador rival y muchas veces le aplauden si ha jugado un gran partido (véase Ronaldo en Old Trafford hace bastantes años). Entienden de fútbol y casi siempre se comportan como deben, con respeto.
Hacer el mono tiene sanción
El caso es que esta temporada las cosas van de mal en peor. Primero fue un aficionado del Chelsea el que fue pillado haciendo el mono cuando Danny Welbeck ingresó en el terreno de juego. Este pasado fin de semana ha sido uno del Sunderland el que se ha pasado de gracioso para ofender a Romelu Lukaku, delantero del Chelsea que está jugando en calidad de cedido en el West Bromwich Albion, la gran revelación de la temporada.
Investigación en marcha
Lo mejor de todo es que la policía ya está investigando el caso para detener a la persona que podéis ver en la primera imagen de esta entrada. En España no harian nada, pero allí saben que para dar ejemplo hay que castigar a quienes no hacen las cosas bien. Es lo mismo que cuando un banquero roba mucho dinero. Allí se le caería el pelo e iría a la cárcel. Aquí solo tiene que devolver una parte de lo robado y puede seguir viviendo la vida loca. Spain is different.