En estos momentos, no se respira un ambiente de tranquilidad en los despachos del Camp Nou. Joan Laporta, que vio como durante la última asamblea de socios compromisarios se aprobaba una demanda de responsabilidad civil contra su persona, no piensa quedarse de brazos cruzados. El ex presidente del FC Barcelona pondrá una querella criminal contra Sandro Rosell y su junta directiva.
Además, puede que la auditora KPMG tampoco se libre, pues no está nada de acuerdo con los resultados que esta empresa ha extraído sobre los años de su mandato, pues salieron a la luz cuantiosas pérdidas y gastos en cosas que poco tienen que ver con el fútbol como perfumes o locales nocturnos. Precisamente es eso lo que hizo que se aprobara la demanda de responsabilidad civil.
Según Europa Press, la porta pondrá la querella por «injurias, calumnias, atentado a la imagen y al honor, falsedad documental y falsificación en documento mercantil y maniobras para alterar el precio de las cosas».
De igual manera, tratará de impugnar los acuerdos aprobados por los compromisarios argumentando que se ha vulnerado el artículo 50 de los estatutos del club. Según él, el presidente saliente tiene el derecho de explicar las cuentas ante los compromisarios.
Lo más curioso de todo es que Joan Laporta sigue diciendo que el club ha obtenido los mayores beneficios de su historia durante los años en los que él ha sido presidente. Por eso le sorprenden las pérdidas y los gastos de los que se están hablando en los últimos días. Es evidente que todo tendrá que resolverse por la vía judicial.
Por último, hay que decir que Laporta cree que los partidos políticos ERC y CIU están detrás de todo este lío.