Asier Illarramendi, el último fichaje del Real Madrid, ha llegado a la capital de España para reforzar el centro del campo del conjunto blanco, donde actualmente encontramos a jugadores como Xabi Alonso, Sami Khedira o Luka Modric.
Su fútbol no se parece en nada al de centrocampistas tan técnicos como Xavi Hernández o Andrea Pirlo. Que nadie espere que se convierta en el director de orquesta del Madrid. Lo suyo no es ponerse el traje y llevar la batuta para que sus compañeros se muevan al compás de su música. Prefiere ponerse el mono de trabajo para bajar a la mina y echar un cable a sus compañeros aportando sacrificio y generosidad.
Ancelotti, como buen italiano, adora a este tipo de jugadores
Carlo Ancelotti siempre ha querido a un jugador aguerrido en sus equipos. El ejemplo más claro lo podemos extraer de su etapa en el Milan, donde Gennaro Gattuso ejerció de perro de presa para que a los rivales les costara mucho superar la línea del centro del campo.
Podríamos comparar a Gattuso con Illarramendi, aunque eso creo que sería un tanto injusto. Lo digo más que nada porque el vasco tiene más calidad que el italiano con el balón en los pies. No es un virtuoso, pero se defiende bastante bien y sabe sacar el balón jugado sin complicarse la vida. Lo ha demostrado en la Real Sociedad y en la selección española sub 21.
Muchas posibilidades de ser titular
Es probable que sea titular junto a Xabi Alonso en la medular, pero Khedira tendrá mucho que decir al respecto. El alemán tiene más experiencia y ha demostrado que es un jugador fiable, aunque en ocasiones da la sensación de que le pesa el culo. Tiene llegada y es contundente, pero no me acaba de convencer. Por eso creo que Illarra puede aprovechar la oportunidad de su vida si se destapa como lo que es, un todoterreno que trabaja por los demás, un Claude Makélélé en versión española.