El fútbol no tiene memoria. Eso es algo que sabemos todos los que nos hemos enganchado a este deporte desde hace un buen puñado de años. Hoy eres el mejor del mundo mundial y mañana no te quieren ni para llevar las botellas de agua. Tu rendimiento, cuando estás en un club de élite, debe ser siempre el máximo, porque a la mínima que bajas ya te están despellejando.
La prensa vive de esos despellejamientos, ya que son los que generan debate en la calle. Solo hay que ver lo que está pasando con Marcelo para darse cuenta de que a la gente le gusta opinar sin morderse la lengua.
Un respeto, por favor
Del brasileño se está diciendo de todo. De todo lo bueno y de todo lo malo. Los que se han cansado de su actitud dicen que está gordo, que no entrena bien y no se cuántas cosas más que solo se pueden saber si formas parte de la plantilla del Real Madrid.
Lo que más me fastidia es que Marcelo es de los que siempre se han dejado el alma por el club. Es de los que siempre dan la cara. Y no solo eso, sino que es uno de los mejores laterales del mundo desde hace mucho tiempo. Por eso creo que no es justo todo lo que se está diciendo de él en los últimos días.
Ahora parece que Reguilón sea Maldini
Sergio Reguilón es la apuesta de Santiago Solari, que ya hemos visto que no es de los que se arrugan a la hora de sentar en el banquillo a sus vacas sagradas. El argentino ha apostado por el chico de la cantera y la verdad es que no le va nada mal, pero no hay que despreciar a Marcelo de forma gratuita, porque todos sabemos que el brasileño es mucho mejor lateral que Reguilón (por lo menos a día de hoy).
Pocos laterales aportan tanto en ataque como el segundo capitán blanco. Marcelo es una pieza fundamental de un equipo que lleva tres Champions League consecutivas, pero da la sensación de que más de uno ya no se acuerda de eso. Lo que está claro es que Solari tendrá que recuperarlo para la causa si quiere ganar títulos importantes esta temporada. Marcelo no es un segundón. Es un lateral espectacular que cuando está en forma es imparable.