Este sábado se disputa la final de la Champions League y todas las miradas se dirigirán hacia el césped del Estadio do Dragão, que es donde se celebrará el partido más importante de Europa a nivel de clubes. Tanto el Chelsea como el Manchester City aspiran a levantar la ‘Orejona’ en un año de lo más extraño por culpa de la pandemia.
Se podría decir que por trayectoria los de Pep Guardiola son favoritos, pero las casas de apuestas deportivas saben que cualquier cosa puede pasar en la gran final.
El City acumula más experiencia
A pesar de que el City no había llegado nunca a una final de Champions hasta la fecha, lo cierto es que llevan varios años rondando las últimas eliminatorias tras superar las fases de grupo con autoridad. Este año vemos a un Kevin De Bruyne más enchufado que nunca, un Ilkay Gündogan en plan goleador, un Ferran Torres que revoluciona partidos o un Phil Foden más maduro que se ha convertido en un futbolista determinante e irreemplazable para Guardiola.
El Chelsea llega con mucha gasolina
Si algo juega a favor del Chelsea, eso es precisamente la juventud de algunos de sus futbolistas. Es cierto que hay veteranos como Thiago Silva o César Azpilicueta que aportarán mucho temple al equipo, pero no menos cierto es que hay jugadores jóvenes con ganas de comerse el mundo que van a correr sin parar desde el primer minuto hasta el último. Me refiero a Kai Havertz, Mason Mount, Christian Pulisic… Thomas Tuchel tiene dinamita más que de sobra para sorprender al City, si bien es cierto que a lo largo de la temporada se ha criticado mucho el trabajo de delanteros como Timo Werner, que en mi opinión es uno de los mejores del viejo continente con diferencia.
¿Quién llevará la iniciativa?
Se espera una final muy abierta en la que no veremos a dos equipos encerrados. Es evidente que a Guardiola le gusta tener el balón y no querrá otra cosa en el partido más importante de la temporada, pero no menos cierto es que deben tener mucho cuidado con los contraataques, ya que la velocidad del Chelsea es letal y eso puede decidir el título. De ahí que no tenga tan claro que el City quiera un control del balón abrumador si eso implica dejar muchos espacios atrás.
La Champions más ansiada por Guardiola
Aunque conquistó dos Champions con el Barça (2008-2009 y 2010-2011), Guardiola tiene más ganas que nunca de volver a levantar el título europeo más prestigioso a nivel de clubes. Con el Bayern de Múnich fue incapaz, a pesar de que llegó a estar cerca y la prensa le criticó con dureza sin razón. Ahora, en el City, está ante una oportunidad única de conquistar el trofeo con el que sueñan todos los jeques que compran clubes de fútbol como si jugaran al Monopoly. El PSG, con Kylian Mbappé y con Neymar al frente, no sabe lo que es ganarlo tras muchos petrodólares invertidos. Sin embargo, el proyecto del City es mucho más sólido y encima cuentan con el mejor entrenador del mundo.