El Arsenal ha ganado la Premier League en trece ocasiones, pero la última vez que se llevó el título fue en la temporada 2003/2004. Fue entonces cuando sumó 90 puntos en 38 jornadas, 11 más que un Chelsea que acababa de ser comprado por Roman Abramovich, el magnate ruso que ya lleva 10 años en la entidad londinense.
La plantilla con la que lograron la Premier era una plantilla de lujo. Thierry Henry fue el máximo goleador de la competición con 30 goles y a su lado tenía a jugadores tan buenos como Patrick Vieira, Dennis Bergkamp, Robert Pirès, Ashley Cole o Fredrik Ljungberg. De hecho, en verano habían fichado a Cesc Fábregas (no participó con el primer equipo en su primer año) y a mitad de temporada se reforzaron con José Antonio Reyes, por el que pagaron 10,5 millones de libras al Sevilla. Ya a finales de abril ficharon a Robin van Persie, un joven holandés que años después se convirtió en la gran estrella del equipo. En resumen, podríamos decir que estaban inspirados.
El presente y el futuro son brillantes
Dejando esa temporada tan glorioso a un lado, hay que analizar la actualidad y comentar las posibilidades reales de este Arsenal que sigue con el mismo comandante: Arsène Wenger. Lo que ha cambiado por completo es la plantilla, ya que no hay ningún superviviente de aquella gesta que todavía se recuerda en el Emirate Stadium, o tal vez debería decir Highbury…
Özil marca la diferencia…
El fichaje de Mesut Özil les permite soñar con la Premier y con la Champions. Han encontrado a ese jugador capaz de marcar la diferencia, a ese Dennis Bergkamp que marca goles y asiste a sus compañeros sacando toda esa magia que solo unos pocos privilegiados llevan dentro. Si a eso le sumamos todo lo que hay a su alrededor, es normal que ahora mismo lideren la clasificación con 25 puntos, cinco más que el Chelsea, el Liverpool y el Tottenham.
… y Ramsey y compañía se contagian de su talento
Lo que hay alrededor tiene nombre y apellidos: Aaron Ramsey (temporadón del galés), Santi Cazorla, Olivier Giroud, Mikel Arteta, Theo Walcott y Jack Wilshere. Todos ellos, más otros jugadores que también desempeñan una labor importante dentro del equipo, han logrado crear un bloque sólido que se divierte jugando al fútbol. Puede que no tengan la misma experiencia que otros equipos, pero les sobra alegría y están dispuestos a comerse el mundo sin miedo a fracasar, entre otras cosas porque no parten de favoritos y eso les quita presión.
En fin, seguiré muy de cerca a este Arsenal a lo largo de la temporada: primero porque me divierte y segundo porque va a jugar partidos muy importantes. Y si no tiempo al tiempo.