Virgil Vries, portero del Golden Arrows sudafricano, cometió uno de esos errores que no se pueden cometer nunca en la vida. Demostró ser muy malo con los pies al no saber qué hacer con una cesión que le había hecho su compañero de equipo Robyn Johannes. El balón terminó alojado en el fondo de su portería y el AmaZulu se llevó los tres puntos ganando por 1-2.