Estoy alucinando. Veo a los medios de comunicación elogiando a Chicharito y veo que la gente hace tres cuartas partes de lo mismo. ¿Por qué? ¿Por marcar un gol empujando el balón a cinco metros de la portería? Lo difícil era fallar. Hasta mi sobrino de cuatro años aprovecha un regalo como el que le sirvió en bandeja el bueno de Cristiano Ronaldo, que es a quien hay que darle todo el mérito por ese tanto que ha metido al Real Madrid en las semifinales de la Champions League.
La injusticia de siempre
Debe ser que no tengo ni idea de fútbol. Debe ser que lo único que importa es ser el autor de un gol. Da igual que el portero evite cinco goles con paradas de otro planeta, que los defensas corten contraataques letales o que los centrocampistas se hagan con el control del balón durante los 90 minutos. Aquí lo que cuenta es meter la pelotita dentro de la portería, y en eso estoy de acuerdo porque es así como se ganan partidos, pero a la hora de hablar de méritos deberíamos ser un poco más justos.
Creo que ya somos grandecitos y sabemos de qué va todo esto. Chicharito no fue de los mejores del Madrid ni de lejos. Es más, falló dos ocasiones de gol bastante claras. Lo que pasa es que supo estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Nada más. Si por eso tenemos que hacerle un monumento, apaga y vámonos.
Que vendan a Benzema y se queden con él
Me hace gracia que ahora se esté debatiendo si el Madrid debe pagar 20 millones de euros para hacerse con Chicharito. Louis van Gaal no le quiere ver ni en pintura y el Manchester United ya está negociando con otros clubes como el West Ham. Solo la tontuna y el delirio del momento podrían llevar a Florentino Pérez a cometer un error. ¿O acaso le va a quitar el puesto a Karim Benzema después del gol ante el Atlético? Ah sí, es verdad, que Benzema es un mal delantero porque no marca muchos goles. No me acordaba de que no sirven de nada las asistencias, el aguantar el balón arriba, el tirar desmarques a la espalda de la defensa o el venir a recibir. Todo eso son minucias al lado de empujar la pelota.