En Sevilla están un poco mosqueados por la actitud de Álvaro Negredo tras marcar el segundo gol del partido que disputaron anoche ante el Athletic de Bilbao. El que ayer fue capitán del equipo hispalense, se dirigió a la afición elevando el brazo despectivamente e invitando a que hablen de él quienes le critican.
Cuando el partido terminó le preguntaron por qué lo hizo y no quiso dar explicaciones: «Me lo quedo para mí».
¿Será otro motivo para traspasarle este verano?