Se las prometía muy felices Paul Pogba cuando abandonó la Juventus para regresar al Manchester United. Se convirtió en el fichaje más caro de la historia del fútbol y pasó a cobrar una ficha galáctica. Sin embargo, las cosas no le han ido tan bien como esperaba y no sería nada raro que dos temporadas después de su llegada hiciera las maletas para probar suerte en otro grande de Europa.
Mal rollo en Old Trafford
Su relación con José Mourinho no es la mejor. El portugués le ha dejado en el banquillo en más de una ocasión por decisión técnica, algo que no ha gustado al internacional francés, que ya se ha reunido en varias ocasiones con Mino Raiola para pensar en su futuro.
Aplausos no correspondidos
El último desencuentro se vivió anoche en Bournemouth. Pogba fue sustituido y pasó de darle la mano a Mourinho, que le aplaudía sentado justo al lado de Rui Faria y Michael Carrick, con quienes sí tuvo un gesto de complicidad antes de irse al vestuario.
El ‘6’ se hizo el loco evitando cruzar las miradas, tal y como hace el típico vecino que no te saluda cuando te ve por la calle. Eso refleja que la relación no es buena y pone de manifiesto que al United le urge vender a su estrella si Mourinho va a seguir siendo el entrenador, que es lo más probable.
Pogba jamás se imaginó siendo suplente
El hecho de no ser titular en 9 de los últimos 14 partidos ha generado malestar en Pogba, que se supone que es de los jugadores que siempre deberían estar en el once inicial. A favor de luso tengo que decir que su rendimiento está siendo bastante pobre, así que es normal que no lo juegue todo. Nadie debería ser intocable, ya que eso puede perjudicar a la plantilla a nivel de ambiente y resultados.