Un 0-2 puede parecer un resultado poco abultado como para utilizar un adjetivo como el que he empleado en el titular. Plácido es ganar por 0-3, 0-4, 0-5… Pero nunca por dos goles de diferencia, ya que en el fútbol moderno cualquier cosa puede pasar en los últimos minutos aunque hayas visto puerta dos veces más que tu rival.
Si hablo de un encuentro apacible, sosegado y tranquilo para el Barça es porque el BATE Borisov no ha opuesto resistencia. Tengo que reconocer que les he subestimado horas antes al decir que pondrían a prueba la fiabilidad del equipo de Luis Enrique. Han estado por debajo del nivel de un sparring.
Monólogo culé
No me he fijado en los porcentajes exactos de posesión de balón, pero estoy convencido de que el Barça ha estado por encima del 70%. El BATE Borisov se ha encerrado atrás a verlas venir, una táctica que les sirvió para salir vivos y victoriosos ante la Roma, pero que no ha surgido el mismo efecto ante el actual campeón de Europa.
El fútbol rácano suele dar pocos frutos, aunque por lo menos te puede salvar de una buena goleada. Delante no han tenido al mejor Barça de la temporada pasada. Creo que los catalanes lo han visto tan fácil que se han relajado desde el minuto 1 pensando que los goles llegarían solos.
Inocencia y falta de precisión
Los locales apenas han pasado del centro del campo con el balón controlado. Les quemaba, tenían miedo. Estoy convencido de que juegan con más criterio cuando se ven rodeados de «turcebotas» en la liga bielorrusa. Pero hoy no, hoy venía el todopoderoso Barça que ya había pasado por allí cuatro años antes para endosarles una manita. Y claro, la cabeza se colapsa, los músculos se contraen y acabas haciendo un partido de pena.
Sinceramente creo que el modesto Villanovense les dará más guerra la semana que viene en el estadio Romero Cuerda. He visto equipos de Segunda División B mucho mejores que el BATE Borisov, que todavía no me explico cómo pudo meterle tres goles a la Roma. Viendo el partido de hoy tenía la sensación de que no iban a marcar ni con Marc-André ter Stegen tomándose una cerveza en el banquillo. Han sido inocentes a más no poder y han fallado decenas de pases de patio de colegio que no querrán volver a ver repetidos en una sesión de vídeo.
Suárez empieza, Neymar asiste y Rakitic define
Así las cosas, los goles iban a llegar tarde o temprano. La primera parte ha terminado 0-0 y con la lesión de Sergi Roberto, que en el ecuador de la misma ha tenido que dejar su puesto a un Ivan Rakitic que ha sido decisivo.
El croata, siempre productivo, ha finalizado con éxito dos de las tres ocasiones claras que ha dispuesto a lo largo del encuentro, ya que en el primer tiempo ha estado a punto de abrir la lata con un cabezazo que se ha perdido por encima de la portería rival.
Su suerte ha cambiado en el minuto 48, cuando Luis Suárez se ha desmarcado hacia la izquierda crear un espacio que ha sabido aprovechar a la perfección para entrar desde segunda línea. Neymar, que también se ha beneficiado del movimiento del uruguayo, se la ha puesto para que solo tuviera que controlar y disparar desde la frontal del área. ¿El resultado? Un latigazo seco que ha entrado muy cerca de la escuadra.
La sentencia, por si alguien pensaba que el partido no estaba sentenciado con lo que estábamos viendo, ha llegado en el minuto 64. Suárez ha iniciado el contraataque y Neymar ha vuelto a asociarse con Rakitic, que en una gran maniobra dentro del área ha logrado superar a Chernik con remate de cuchara muy sutil. El portero de los bielorrusos ha ido a por él como un tren de mercancías y no ha sido capaz de reaccionar lo suficientemente rápido como para sacar una mano salvadora.
Munir no da la talla
Todo ha ido bien menos la lesión de Sergi Roberto y la floja actuación de Munir. En su primer año se hizo un hueco en el primer equipo gracias a un gran arranque de temporada, pero creo que con el tiempo su rendimiento va a peor. No sé si es porque le está costando digerir todo lo que le está pasando desde que es profesional, pero el caso es que está pasando bastante desapercibido.
Hoy ha tocado pocos balones y ha perdido la mayoría. No ha estado fino de cara a puerta y ha transmitido la sensación de que le falta confianza. Sabe que tiene a Sandro luchando por el mismo puesto y que el mercado de invierno puede ser su perdición. Tal vez eso le añade presión y le impide exhibir su mejor nivel, pero cuando estás en el Barça no hay excusa que valga. Y menos cuando tienes la oportunidad de jugar ante ausencias tan notables como las de Leo Messi, Rafinha y Andrés Iniesta. Los trenes, a estos niveles, solo pasan una vez. Y si no que se lo pregunten a jugadores tan desaparecidos como Isaac Cuenca, que ahora mismo se gana la vida en el Bursaspor turco.
Locura en Leverkusen
Pocas veces se ve un partido como el que se ha disputado esta noche en el BayArena de Leverkusen. Los locales se las prometían muy felices gracias a un doblete muy tempranero de Chicharito Hernández, que antes de los 20 minutos de juego ha puesto en jaque a la defensa de la Roma. El equipo de Rudi García se veía viviendo la misma pesadilla que en Bielorrusia, donde encajaron tres goles en media parte.
La reacción no se ha hecho esperar. Antes del descanso Daniele De Rossi ha igualado la contienda con otro doblete. En la segunda mitad se han puesto por delante con los goles de Miralem Pjanic y Iago Falqué en los minutos 54 y 73 respectivamente, pero el Leverkusen no ha tirado la toalla y ha sabido reponerse a tiempo. Kampl y Mehmedi han establecido el 4-4 definitivo con sus goles a falta de cinco minutos para el final.
El empate hace que el Bayer mantenga la segunda posición del grupo con 4 puntos. Le siguen el BATE Borisov con 3 y la Roma con 2. El Barça es líder con 7 y dejará sellada su clasificación si es capaz de ganar su próximo partido ante los bielorrusos en el Camp Nou, algo que visto lo visto hoy sería lo más normal del mundo.