El mes pasado comenté que la renovación de Pepe es inminente. El club considera que sigue estando a un gran nivel y lo más lógico es que extienda su contrato hasta el 30 de junio de 2019. Eso sí, por ahora no le han llamado para negociar las condiciones, así que empieza a estar un poco preocupado.
Un veterano que no tiene que demostrar nada a nadie
Pepe no es ningún chaval. Cumplirá 34 años en febrero y su objetivo no es otro que el de retirarse en el Real Madrid. De hecho, a mí me da la sensación de que se quiere llevar muy bien con todo el mundo para tener un puesto de trabajo dentro del organigrama del club cuando se retire.
A nivel deportivo no se le puede reprochar nada. Es de los que siempre se deja la piel en el campo y ya no pierde los papeles. Lejos quedan aquellas agresiones que tanto dañaron su imagen, las mismas que desaparecieron coincidiendo con la llegada de Carlo Ancelotti, un pacificador que nada tiene que ver con José Mourinho.
Por eso, y porque siempre está disponible, Pepe merece seguir en el Santiago Bernabéu como mínimo una temporada más. Se ha hablado mucho de una renovación hasta 2019, pero tampoco estaría mal optar por una fórmula de renovación de año en año en función de una serie de partidos disputados.
Renovación desmentida
Pepe se ha encargado de desmontar la información que desveló la Cadena Ser. Dijeron que ya habían alcanzado un acuerdo para prolongar su continuidad, pero lo cierto es que todavía no se han reunido para negociar. Y ojo porque a partir del 1 de enero será libre para negociar con cualquier club que quiera hacerse con sus servicios. En principio su intención es quedarse, pero sentirse ninguneado le podría llevar a cambiar de aires.