Se aproxima la Navidad y los niños empiezan a pensar en las cartas que van a preparar para Papá Noel y los Reyes Magos. Han estado esperando este momento durante todo el año y ahora van a dar rienda suelta a todos sus caprichos.
Lo mismo sucede con los entrenadores de fútbol, que cuando llega el mercado de invierno se reúnen con el presidente y el secretario técnico para decirles qué piezas son necesarias para acabar la temporada de la mejor forma posible.
Wenger le quiere ya
Arsène Wenger es uno de esos técnicos que siempre está pidiendo. También es verdad que les arrebatan a todos los jugadores que destacan, como por ejemplo Cesc Fábregas o Robin van Persie, pero él no se cansa de sugerir fichajes. El último que ha pasado a engordar su larga lista de deseos es el de Pedro Rodríguez, que si no pasa nada raro vivirá una temporada bastante desagradable en el banquillo del Camp Nou.
Con el Tata Martino ya perdió mucho protagonismo. El argentino apostó por Alexis Sánchez, con quien podría volver a compartir vestuario en el Arsenal. Esta temporada tampoco está gozando de la confianza necesaria para jugar, ya que Luis Enrique ha apostado muy fuerte por Munir y la vuelta de Luis Suárez le cierra todas las puertas.
Así las cosas, al canario no le queda más remedio que buscarse la vida en otro club si quiere tener minutos. A sus 27 años debería pensar seriamente en la posibilidad de hacer las maletas, y el Arsenal podría ser un buen destino para él teniendo en cuenta que tiene cualidades para jugar en la Premier League.
¿Oferta irrechazable?
Según el Daily Mirror, los gunners preparan una oferta de 30 millones de euros que el Barça tendrá que estudiar con detenimiento. Es un buen pellizco por un jugador que ha dejado de ser protagonista y que cada día pierde más valor en el mercado de fichajes. Yo opino que Pedro debería jugar más, pero si no juega lo mejor para todos es que se vaya.