Javier Pastore no es el jugador que tiraba del carro de un PSG que se había convertido en un club multimillonario de la noche a la mañana. El argentino ha pasado a un segundo plano tras la llegada de Ángel Di María. Su compatriota no es el único que está por delante de él, ya que Edinson Cavani y Zlatan Ibrahimovic también son intocables.
Menos minutos que nunca
Los tres forman el particular tridente de Laurent Blanc, que en el banquillo suele tener a Lucas Moura, Ezequiel Lavezzi y el propio Pastore esperando una oportunidad. Las lesiones y las rotaciones le han permitido ser titular en seis de los diez partidos que se han disputado en la Ligue 1 hasta la fecha, pero en la Champions League las cosas han sido muy distintas. No ha sido titular en ninguna de las tres jornadas y por ahora solo acumula 46 minutos. Nada que ver con el protagonismo que tuvo, por ejemplo, la temporada pasada.
Como el Chelsea necesita centrocampistas y la situación de Pastore no es la más idílica en París, José Mourinho se está planteando la posibilidad de incluirlo en su carta a los Reyes Magos. No sé si Roman Abramovich estará por la labor de complacerle como suele ser habitual, porque la temporada pasada lo hizo soltando 34 millones de euros por un Juan Cuadrado que seguramente pasará a ser de la Juventus en propiedad cuando termine el presente curso.
En edad de espabilarse
Pastore tiene 26 años y no puede permitirse el lujo de comer pipas en un banquillo. Debería hacer todo lo posible por buscar una salida, ya que pretendientes no le van a faltar. Renovó el pasado verano extendiendo su compromiso hasta el 30 de junio de 2019, pero en el mundo del fútbol las cosas cambian mucho de un año para otro y su futuro podría estar lejos del Parque de los Príncipes.