Difícil de creer que el árbitro no pudiera ver las manos de Rory Coleman, futbolista del Boston United que salvó un gol clarísimo en el partido que su equipo disputó ante el Gloucester City.
El árbitro estaba muy mal colocado y la gran cantidad de jugadores que tenía por delante le impidieron ver las manos, o por lo menos eso es lo que quiero creer. El partido era correspondiente a la FA Trophy inglesa y terminó con victoria para el Gloucester City pot 0-1. Menos mal…