En el deporte, como en la vida, cuando una puerta se cierra otra se abre. Eso es precisamente lo que podemos decir de la llegada de Ferran Corominas a Osasuna en calidad de cedido. El conjunto navarro decidió vender a Juanfran al Atlético de Madrid hace unos días y eso ha propiciado que necesiten cubrir su marcha con la llegada de un futbolista de similares características.
Coro sin duda lo es. Puede actuar tanto en banda derecha como en banda izquierda y también es capaz de moverse como pez en el agua en la mediapunta. El Espanyol ha querido desprenderse de él por unos meses, pues no hay que olvidar que tiene 27 años recién cumplidos y todavía puede dar muchas alegrías a la afición blanquiazul, como aquella que les dio cuando marcó en la última jornada de la temporada 2005/2006 ante la Real Sociedad en el tiempo de descuento.
El nuevo jugador de Osasuna ha reconocido que llega «con muchas ganas e ilusión» por hacer las cosas bien. Ha comentado que le han hablado muy bien del equipo y de la ciudad y sólo piensa en tener el máximo número de minutos posible a las órdenes de José Antonio Camacho para ayudar a que Osasuna siga un año más en primera división.
Cuando llegue el 30 de junio volverá a ser jugador del Espanyol. Todavía le queda un año y medio de contrato y espera cumplirlo, aunque no descarta quedarse si ambos clubes llegan a un acuerdo por él.